Es habitual relacionar el verano con las plagas, ya que solemos pensar que estas aparecen con el aumento de humedad y temperaturas. Y si bien es cierto que en el periodo estival hay una mayor proliferación de plagas, no hay que bajar la guardia al bajar las temperaturas.
De hecho, el otoño también es una época de proliferación de plagas. Además de que hay determinadas especies que incrementan su actividad o que nacen en esta época del año, no debemos olvidar que el propio cambio climático está alterando los ciclos de vida de diversas especies.
Te presentamos tres de las plagas más habituales del otoño que pueden afectar a tu hogar y a tu negocio.
Plaga de chinches
En esta época del año las chinches buscan refugio para pasar el invierno, por lo que es más posible que nos encontremos a estos indeseados habitantes en nuestra casa. ¿Sabías que las chinches son una de las plagas más habituales?
La detección no es nada sencilla ya que sus picaduras se parecen mucho a la de las pulgas. Además, se esconden en los colchones, en el cabecero de la cama, en moquetas o alfombras, grietas y rendijas ya que de esta manera se ocultan al ojo humano.
Te echamos un cable: se puede saber si hay una plaga de chinches si se detectan manchas negras u oscuras en el colchón. Estas manchas son excreciones de las chinches o manchas de sangre. Además la aparición también se detecta por el olor nauseabundo que dejan.
Plaga de roedores
Son muy frecuentes en otoño. Aunque hay entre doscientas y trescientas especies, dos son las que más nos preocupan: la rata y el ratón.
Estar atentos a las señales e intervenir ante la mínima señal es vital para realizar un control de roedores efectivo. La capacidad de reproducción de estos animales es muy alta y, en muy poco tiempo, pueden infestar el trastero, el sótano, el subsuelo o cualquier hueco entre las paredes en el que tengan espacio. Recuerda que pueden transmitir muchas enfermedades.
Una plaga de roedores en casa no necesariamente quiere decir que esté sucia. Las roedores entran en las casa buscando comida y refugio, y cualquier agujero o pequeño espacio puede ser bueno para que ingresen.
Plaga de palomas
Si bien pueden anidar en cualquier estación, se considera que su pico de reproducción está entre la primavera y el otoño. Son muy molestas y pueden dañar edificios, además de suponer un riego para la salud: sus desechos pueden provocar enfermedades tanto a las personas como a los animales.
Suelen alojarse en puntos transitados de las ciudades porque es allí donde consiguen alimento. Su fácil adaptación al medio del hombre y la rápida capacidad que tienen para reproducirse y elaborar sus nidos, provoca un gran crecimiento en el número de estas. Además, por naturaleza tienden a agruparse, a lo que hay que añadir que siempre vuelven al lugar donde nacieron.