La fumigación consiste en aplicar productos insecticidas para el control de plagas. Es un tratamiento basado en un agente químico de forma gaseosa, cuya concentración puede eliminar esas plagas tan molestas y angustiosas que nos encontramos en casas, parques…
Mediante la fumigación, los productos se penetran en grietas y ranuras eliminando la plaga en todas sus fases, llegando a conseguir el 99% de la eliminación. Un uso muy común de este tratamiento se da en casos de tratamiento de madera contra insectos xilófagos.
La fumigación es un tratamiento de control de plagas, que acostumbra a conllevar ciertos riesgos que hay que tener en cuenta y tomar serias medidas de precaución antes, durante y después de los tratamientos.
Por eso, es importante que este tratamiento se lleve a cabo de la mano de profesionales en control de plagas. La mayoría de empresas utilizan productos seguros para el hogar y el medio ambiente, aunque en casos en que la plaga sea ya muy importante, hay que tomar medidas más extremas.
Antes de comenzar a fumigar, los expertos tienen en cuenta el tamaño del hogar o recinto en el que van a trabajar, el nivel de infestación y la prevención a largo plazo. También existe la opción de hacer tratamientos preventivos en zonas de nueva construcción, trabajando en áreas de tratamiento exactas para un control de plagas certero y seguro antes de proceder a fumigar.
En los casos en que los técnicos necesitan utilizar productos que puedan ser más peligrosos, tienen la experiencia necesaria para garantizar la seguridad de tu familia. Por eso, si consideras la opción de hacerlo por tu cuenta, podrías incluso no saber qué productos usar ni saber cuál es el momento adecuado para hacerlo sin causar efectos en la salud de ninguno de los integrantes de la familia.
En caso de necesitar ayuda para eliminar de tu hogar esa plaga que tanto te molesta y te preocupa, no dudes en contactar con profesionales del sector de control de plagas. Ellos te aconsejarán y ayudarán a mantener tu hogar libre de plagas.