Los ratones son asustadizos, por lo que permanecen ocultos durante el día o mientras se realiza algún tipo de actividad en el hogar. Eso hace que visualizarlos sea muy difícil. En muchas ocasiones es más sencillo averiguar que hay un problema a través de los indicios que dejan.
Uno de los indicios típicos de actividad suelen ser los restos de excrementos. Suelen dejar unos 70 cada noche, que suelen ser negros y pequeños, de entre 3 y 8 milímetros. Suelen aparecer en zonas donde desarrollan su actividad, principalmente en armarios o debajo de los fregaderos.
En entornos sucios o con polvo, como pueden ser pisos o sótanos abandonados, se pueden las huellas o las marcas de las colas en el suelo. También puede ser habitual encontrar marcas de grasa en paredes o zócalos de las zonas de paso, producidas por el roce de la piel.
Se puede detectar actividad de ratones por el ruido que hacen en cámaras de aire, falsos techos o en el desván, especialmente de noche, cuando son más activos, y dejan un rastro de olor parecido al que tiene el amoníaco. Estos roedores construyen nidos con materiales como periódicos y tejidos hechos trizas, y suelen encontrarse principalmente en lugares escondidos.
Los ratones producen malestar y molestia ya que son un grave riesgo para la salud, sobre todo cuando contaminan la comida o habitan niños cerca. Es muy común verlos en invierno porque se quieren resguardar del frío y buscan refugios; pero en verano es cuando más frecuentemente se ven ya que es la época en la que se reproducen.
Tenga presente que si en una situación normal ve algún ratón paseándose por una sala, es señal de que existen un grave problema de plaga. Si se diera el caso, llame cuanto antes a expertos en control de plagas.