El control de una plaga de cucarachas es una actuación esencial en cualquier tipo de empresa en la que exista el riesgo de padecer las infestaciones de estos molestos insectos.
Te contamos los problemas que pueden ocasionar y cómo debes hacerles frente.
¿Por qué es grave que las cucarachas deambulen por tu negocio?
Puedes tener una empresa en la que ofrezcas atención al público o una en la que simplemente trabajen tus empleados en unas instalaciones que no ven los clientes. En el primer caso, la presencia de las cucarachas da una imagen nefasta a sus visitantes. En el segundo de ellos, estos animales van a dificultar las labores a realizar.
No te puedes permitir sus plagas en ningún caso. Y es que, además de causar aprensión, estos artrópodos son vectores de bacterias y enfermedades, ya que transportan en su cuerpo y en sus excrementos microorganismos que pueden provocarlas.
Por tanto, el primer servicio que podemos prestar las empresas especializadas en control de plagas es el de la prevención. Si nos adelantamos a la aparición de los inconvenientes, evitaremos tener que poner en práctica después tratamientos más costosos para acabar con las plagas.
Las técnicas para combatir a las cucarachas
En este sentido, nos preocuparemos de implantar medidas higiénicas que imposibiliten la proliferación de estos insectos. Controlaremos la salubridad de las zonas cerradas y oscuras y nos encargaremos de que no haya rincones sucios, escasamente ventilados o con humedades, que son sus focos de atracción más propicios.
Si la plaga de cucarachas ya es notoria, es el momento de poner en práctica el tratamiento concreto para erradicarlas. Este dependerá de su especie, puesto que cada una de ellas prefiere habitar en lugares específicos y es más o menos resistente a los productos químicos empleados. En todo caso utilizaremos los menos tóxicos.
En definitiva, el control de una plaga de cucarachas preserva la salubridad de tu empresa.