Cuando se habla de problemas con ratones, la mayoría de la gente piensa en comida contaminada o en el daño que pueden hacer en muebles y estructuras. Sin embargo, hay un problema aún más grave que pasa desapercibido en muchos hogares y negocios: el daño que causan en el cableado eléctrico.
Cada año, miles de incendios y fallos eléctricos son provocados por roedores que han roído cables, dejando circuitos expuestos y generando cortocircuitos. Lo peor es que muchas veces este problema no se detecta hasta que es demasiado tarde.
¿Por qué los ratones roen los cables eléctricos?
Los dientes de los ratones crecen constantemente, por lo que necesitan desgastarlos. Para ello, buscan materiales resistentes, y los cables eléctricos son perfectos para ello.
El problema es que al roer los cables, los dejan expuestos y sin protección, lo que puede provocar chispas y cortocircuitos. Además, los ratones suelen esconderse en zonas de difícil acceso como techos, falsos suelos y detrás de electrodomésticos, lo que hace que los daños pasen desapercibidos hasta que ocurre un fallo grave.
Consecuencias de los daños en el cableado eléctrico
Los daños eléctricos provocados por roedores pueden afectar a cualquier tipo de instalación:
- Cortocircuitos y fallos eléctricos
- Incendios por chispas en el cableado
- Equipos electrónicos dañados
- Costes elevados de reparación
¿Cómo podemos ayudarte a prevenir y eliminar este problema?
En Irabia, contamos con soluciones especializadas para detectar y erradicar infestaciones de roedores antes de que causen daños mayores.
- Inspección y detección de zonas de riesgo
Realizamos un diagnóstico para identificar las áreas afectadas y los accesos que los ratones están utilizando.
- Eliminación profesional de la plaga
Aplicamos métodos seguros y efectivos para erradicar los roedores sin afectar la operatividad de viviendas o negocios.
- Prevención para evitar futuras infestaciones
Sellamos puntos de acceso, instalamos sistemas de monitoreo y ofrecemos asesoramiento para evitar que el problema se repita.
